lunes, 16 de noviembre de 2009

De telenovelas y cosas peores

El gobernador del Estado de México, es uno de los políticos más conocidos y analizados de nuestra república. Es considerado como un seguro candidato a presidencia. El fenómeno llamado Enrique Peña Nieto, es hoy por hoy, estudiado desde el aspecto político, incluyendo su imagen visual que engloba su peinado brillante y sonrisa de telenovela.
Uno de los factores que más han influido en la difusión del personaje de Peña Nieto y su incursión en los temas de conversación de sectores de la población alejados de la política fueron la serie de notas periodísticas rosas que han hablado de su supuesta relación con diferentes actrices o reporteras de televisión. Se le ha relacionado con Galilea Montijo, en el 2006, evento que lo comenzó a acercar a las páginas de las revistas de corazón. Posteriormente se le relacionó con la conductora Rebeca Solano. Actualmente, se encuentra en una relación con la actriz Angélica Rivera, relación que le ha dado pie para aparecer en cientos de publicaciones diferentes asistiendo a eventos de la vida social.
Peña Nieto ha hecho uso de la publicidad en los medios de comunicación relacionándose con aspectos diferentes a la vida política, incursionando en el mundo de los espectáculos. Esta se ha convertido en un lujoso escaparate en el cual se ha podido dar a conocer entre la mayoría de la población que prefiere los programas de entretenimiento a las emisiones relacionadas con la política. En los últimos años ha tenido apariciones en programas tales como “No manches” de Omar Chaparro, “El cristal con que se mira” de Victor Trujillo, “Vida TV” con Galilea Montijo, “Shalala” Con Sabina Berman, entre otros. Adicionalmente las revistas de espectáculos y del corazón juegan un papel importante para la campaña propuesta a Peña, pues se proponen publirreportajes en Eres, Furia Musical, Teleguía, Tv y Novelas, Caras, Cosmopolitan, Muy Interesante, Conozca Más y Vanidades. Adicionalmente ya ha aparecido en revistas como ¡Hola!, Quien, TV y Notas, y muchas más.
Estas apariciones en Televisión y diferentes publicaciones periodísticas sumadas a su relación de telenovela con la actriz Rivera han logrado situar a Peña Nieto en la mira del amplio público femenino. Esto con la intención de proponerlo como una especie de príncipe azul que resulte un candidato atractivo para el público femenino y le otorgue su favoritismo en caso de algún evento electoral futuro.
El actual gobernador del Estado de México se ha convertido ya en un gran cliente para las cadenas televisivas quienes a su vez lo apoyan con muchos minutos de mención en noticieros, programas de chisme o con sus invitaciones a aparecer en diferentes programas.
Entre agosto y diciembre de 2008, en el principal noticiario de canal 2, a Peña Nieto se le destinaron un total de 23 mi­nutos 21 segundos, de los cuales, 43% fueron info­merciales con la imagen del gobernador mexiquense y 57% “notas informativas” relacionadas con su gobierno. En TV Azteca, durante el mismo período, Peña Nieto tuvo un total de 50 minutos 36 segundos de exposición en el noticiero Hechos de la noche, de canal 13. El tiempo se re­partió así: 17% con la voz e imagen del gobernador mexiquense y 83% con menciones indirectas.
Adicionalmente esta mediación televisiva ha servido a Peña Nieto como un excelente distractor en las ocasiones que se ha visto involucrado en escándalos relacionados con su ineptitud como gobernante, al desviar la atención hacia declaraciones frívolas relacionadas con la vida social. Por ejemplo el 12 de noviembre de 2008, Peña Nieto realizó una aparición en el programa de TV Azteca Shalalá, en el cual ante las preguntas de las anfitrionas confirmó por primera vez su relación con Angélica Rivera. Esta aparición ocurrió en un momento en el cual se le cuestionaba por el desmedido incremente de asesinatos relacionados con el narco en el Estado de México. Como resultado de su aparición los medios dejaron de cuestionarlo sobre los homicidios y se enfocaron a preguntar los detalles de su relación. Además de su continua aparición en los programas de chismes como La Oreja y Ventaneando.
Mucho se ha comentado sobre si Enrique Peña Nieto será el próximo presidenciable por el PRI, muchos los reconocen como el definitivo vencedor de las elecciones del 2012. Pero, ¿qué sería de este ser sin los medios de comunicación? Es relevante mencionar que el hecho de que este hombre sostenga una relación sentimental con cualquier estrella de Televisa no debería posicionarlo como un punto crucial dentro de la agenda mediática. Surge entonces la idea de que la supuesta opinión pública está repleta de temas triviales. La democracia en México es comprendida como una campaña mediática donde el lema más atrayente y destructivo es el que más vende. El electorado es en realidad un mercado que se estudia con el fin de que consuma un producto, un gobernante.
No pasan dos días antes de que algún noticiero, en especial de Televisa, reporte algún suceso referente a la vida privada y/o pública de este individuo. Peña Nieto ha triunfado mucho más por su vida íntima que por sus acciones gubernamentales. Esto habla demasiado de la pseudo democracia que se vive en México. Esto es posible gracias a su “estrategia integral de comunicación” la cual contempla su continua aparición en las pantallas (o sea, mentes) de los mexicanos. Gracias a la gran cobertura, hoy podemos decir que un posible presidenciable es tema de conversaciones en donde todo se confunde, hablar de las novias de Enrique no es un tema político, es decir no es opinión pública aunque muchas personas lo comenten.
A lo largo del tiempo hemos sido testigos de cómo los medios han derrumbado o hecho triunfar a un sinnúmero de gente. Un ejemplo de lo anterior fue la campaña de desprestigio contra López Obrador. Eso ocasionó que un buen número de votantes eligieran a Calderón no por sus propuestas sino para que AMLO no llegara al poder. Este tipo argumentos son propicios de una ciudadanía sin educación ni cultura política. Los medios conocen perfectamente que la manera de mover a los mexicanos es a través de la propaganda. Obvia es la estrecha relación entre el ascenso político y la mayor cobertura de los medios. Lo anterior es un hecho difícilmente modificable debido al arraigo cultural; no obstante, el periodista tiene una labor importante al respecto. Si ha de producir información, lo ha de hacer de manera profesional y verídica, abordando temas de real envergadura social. Entonces, como se mencionó en un principio, los periodistas carecen de máximas que dirijan su proceder.
Ahora bien, cabría preguntarse quién está subordinado a quién: las agencias mediáticas al sistema político o viceversa. Es cierto que los medios responden al Estado pues éste les brinda las licencias con las cuales pueden transmitir. Deben prestar tiempos para mensajes a la ciudadanía, incluir ciertos temas en la agenda, etc. Pero también los políticos necesitan de los medios. En principio, se creería que debido al sistema democrático y al correcto equilibrio de la gobernabilidad los mandatarios necesitan a los medios para informar a su ciudadanía cómo es que ellos responden a sus demandas. No obstante, hoy en día los gobernantes requieren hacerse publicidad a través de los medios para no pasar de moda. Se han introducido términos mercadológicos a un aspecto político con el afán de los medios por vender más. Se comportan como una empresa meramente lucrativa, no como una institución democratizadora cuya pesquisa es el bien común.

1 comentario:

  1. Un tema que ya es un tanto manido. Me interesa lo que concluye. Veo que capitaliza lo que aprende en otras clases porque en la mía definivamente lo perdimos. Ojalá el próximo semestre me pague la atención y el compromiso que sentí, me queda debiendo.

    ResponderEliminar