viernes, 16 de octubre de 2009

Renuncia Por Motivos De Salud

La telenovela nacional ha tenido un giro provocador. Mientras algunos se regocijaban de la alegría al grito de “Nos vamos al mundial”, otros modificaron su grito por “Nos vamos a amparar”. En medio de un amiente social tenso en el México actual, la medida de extinción de Luz y Fuerza se ha convertido en un parte aguas social. Resultando en movilizaciones y protestas, con la ocasional unión de representantes de otras causas sociales. Atrincherándose para defenderse del duro invierno que los efectos de la temporada de recesión han dejado. Es cierto que los miles de desempleados tendrán un destino difícil en los próximos meses, lamentablemente han sido castigados por los pecados de otros.
“Renuncia por motivos de salud” además de ser el lema bajo el cual Juanito argumento debía retirarse es el título de una película del año 1975, que lejos de ser antigua se convierte en un material con contenido muy actual. En la producción dirigida por Rafaél Blendón se cuenta la historia de Gustavo, un empleado ejemplar y honesto. A lo largo de su carrera logra ir evitando los duros embates de las prácticas sucias que ocurren dentro de su organización. Lucha en contra de las mordidas hasta el momento en que el tiene que decidir si se deja comprar. La situación es difícil porque tendrá que decidir entre su puesto, su modo de supervivencia, o su integridad moral. Tiene que aceptar el soborno o pierde su puesto.
La película en general trata varios temas que son muy actuales como la corrupción, la venta de puestos, y el sorprendente silencio con el cual los trabajadores dejan pasar las injusticias sin denunciarlas. Esta película nos deja un tema a considerar dentro del marco de Luz y Fuerza. Fueron esos mismos empleados, los castigados, quienes dejaron pasar todas estas injusticias sin denuncia. Si las injusticias hubiesen sido denunciadas, el mal manejo del sindicato no hubiera continuado, y quizá la compañía no habría desaparecido.

1 comentario:

  1. Me encantó al principio. El chiste sobre el amparo es buenísimo. Pero creo que es una columna, no un editorial.

    La crítica sobre la denuncia que debió hacerse antes me parece muy afortunada.

    No me queda clara su postura.

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